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Las fuerzas armadas, los agravios en Jalisco y Sinaloa
Al margen de la captura del “CR”, es inquietante lo ocurrido con el coronel Grimaldo, porque ilustra los niveles de inseguridad que persisten y también el grado de control que ejerce el crimen organizado en regiones enteras del país.
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CONFIDENTE EMEEQUIS
EMEEQUIS.– En diciembre de 2022, un grupo de bandidos secuestró al coronel José Isidro Grimaldo. Se trató de un episodio por demás sombrío, porque todo indica que al mando del Ejército “lo pusieron”.
El coronel Grimaldo, quien estaba destacamentado en Nuevo Laredo, vacacionaba en Jalisco. Fue al municipio de Tapalpa, tomó fotos y conoció el lugar.
Halcones del Cartel de Jalisco interpretaron eso como una avanzada militar y Juan Carlos Pizano Ornelas “El CR”, ordenó el secuestro y posteriormente el asesinato.
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“El CR” mantenía un perfil bajo y no estaba en los listados de los mandos criminales sobre los que se tiene más información, pero al ser un objetivo prioritario de los militares, caería tarde o temprano.
Al margen de una acción de seguridad exitosa, es inquietante lo ocurrido con el coronel Grimaldo, porque ilustra los niveles de inseguridad que persisten y también el grado de control que ejerce el crimen organizado en regiones enteras del país.
Hace algunos años, cuatro agentes de la entonces AFI desaparecieron en Tamaulipas, porque catearon, junto con un agente de la DEA, una residencia de Osiel Cárdenas Guillén. El policía antinarcóticos se salvó, porque el líder del Cártel del Golfo quiso mandar el mensaje de que sería muy alto el costo a pagar si continuaban los operativos en su entorno.
El contexto estaba relacionado con la muerte de Arturo Guzmán Decana “Z1”, en un enfrentamiento con soldados y elementos de la entonces Unidad Especializada en Delincuencia Organizada de la PGR en 2002.
Pasan los años, pero persiste una guerra soterrada, en la que una serie de episodios moldean las explicaciones de una parte de la violencia en nuestro país.
Es esa frontera entre lo anecdótico y lo estructural. La violencia no surge de la nada y tiene sus raíces en acontecimientos para los que no hubo las respuestas institucionales adecuadas.
La muerte de Grimaldo se convirtió en una afrenta para el Ejército y por eso no cejaron hasta dar con el responsable. Su captura tiene un alto significado para los soldados, y es un mensaje de que no habrá impunidad en casos semejantes.
“El CR” es responsable, de acuerdo con las autoridades, del procesamiento de precursores químicos y entre ellos los que se requieren para la elaboración del fentanilo.
Operativos de esta envergadura, con un fuerte desplazamiento de tropas son una muestra de que se está implementando un combate directo contra las organizaciones del crimen organizado que son objetivos de la DEA.
Es algo similar a los resortes que los mantienen firmes en la búsqueda de Nemesio “El Mencho” Oceguera, responsable de la muerte de ocho militares y un policía federal, en 2015, cuando integrantes del CJNG derribaron un helicóptero, por disparo de proyectil de fabricación rusa.
Ese hecho ya es motivo para que no pare su búsqueda, pero también es uno de los criminales por los que se ofrece recompensa en Estados Unidos.
La captura del “CR”, por su parte, se empalma con la de Néstor Isidro Pérez Salas “El Nini”, responsable de la seguridad de Iván Archivaldo Guzmán, el líder de los Chapitos.
En este caso también hubo un agravio previo con los militares y está relacionado con el Culiacanazo, cuando se frustró la detención de Ovidio Guzmán y ello obedeció, aunque sea en parte, a las amenazas que “El Nini” profirió contra familiares de soldados y ante el amago de atacar una unidad habitacional.
Para los Chapitos es un golpe fuerte el que salga del tablero uno de sus cómplices de mayor calibre y porque ese tipo de capturas suelen estar precedidas de violencia interna, ajustes de cuentas y muchas ocasiones hasta rupturas, y, además, lo ocurrido revela que las fuerzas armadas están ya muy cerca del hijo de “El Chapo” Guzmán.
LAS VÍSPERAS DEL 2024
Es como un tablero en el que los partidos van colocando sus fichas. En lo que respecta a la alianza Va X la Ciudad de México, se perfila Luis Gerardo “ El Güero” Quijano para buscar la reelección en la alcaldía de Magdalena Contreras.
El precandidato al gobierno de la CDMX, Santiago Taboada, y el líder del PRI, Alejandro Moreno, coincidieron en que tienen asegurada la posición, porque “El Güero” ha dado buenos resultados en su gobierno. El PAN, PRI y PRD avanzan en la construcción de un listado de candidaturas que acompañen a Taboada y le sumen posibilidades el próximo año.
@jandradej
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