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El padrón secreto de Morena: Yeidckol oculta un registro de 228 mil afiliados
El partido en el poder tuvo un sospechoso boom de afiliaciones, mismas que no aparecen en los registros públicos del INE. EMEEQUIS obtuvo el padrón secreto donde Jaime Bonilla jugó un papel clave.
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Entre diciembre de 2017 y agosto de 2018, Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador, registró un boom de afiliaciones. En plena campaña, miles y miles de mexicanos intentaron unirse al partido del entonces candidato a la presidencia de la República. Fueron tantos que levantaron sospechas en el Comité Ejecutivo Nacional del partido y terminaron por quedarse en el tintero.
EMEEQUIS obtuvo los formatos de afiliación registrados por Morena, donde se muestra que el partido procesó en ese periodo (más los cuatro meses restantes del año) 228 mil afiliaciones en los 32 estados del país. Lo extraño es que el 40 por ciento de éstas se registró sólo en tres estados: Baja California, Michoacán y Chiapas.
En estos tres casos, la representación del partido a nivel estatal corría a cargo de personajes que ayudaron a fortalecer a Morena en territorios donde el apoyo era escueto.
En Baja California lideraba el actual gobernador, Jaime Bonilla Valdez; en Michoacán, Roberto Pantoja Arzola, actual delegado estatal de programas federales de la Secretaría del Bienestar; en Chiapas, José Antonio Aguilar Castillejos, quien también coordina los programas sociales federales en su estado.
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Los tres tienen una característica: fueron nombrados superdelegados por AMLO tras el triunfo del 1 de julio, todos quedaron a cargo de Gabriel García Hernández, el hombre que ahora despacha a un lado de la oficina del presidente, quien fue clave para el triunfo del año pasado y que ahora coordina a los superdelegados en todo el país. Su sueldo es de 153 mil 140 pesos mensuales brutos por esta labor, según el portal de Nómina Transparente.
Esta es la historia del inicio de la disputa por el padrón de Movimiento de Regeneración Nacional, el mismo que mantiene en vilo el futuro de Morena, el que ha hecho pelear a la presidenta nacional del partido, Yeidckol Polevnsky, con otros cercanos al tabasqueño que reclaman su derecho a ser candidatos a la dirigencia nacional.
Entre ellos, Alejandro Rojas Díaz Durán, mano derecha del senador Ricardo Monreal; Bertha Elena Luján Uranga, la contadora y presidenta del Consejo Nacional de Morena, y Mario Delgado, ahora diputado y antes secretario de Finanzas de la Ciudad de México, en la administración de Marcelo Ebrard.
BONILLA: PIEZA CLAVE EN BAJA CALIFORNIA
En un estado que tenía corazón azul desde hace 30 años, imaginar un gobierno de otro color era prácticamente imposible, gobiernos y gobiernos panistas habían pasado la estafeta en el estado fronterizo. El cambio no se veía cerca.
Era 2013 y el empresario de medios méxico-estadounidense, Jaime Bonilla Valdez, le apostaba al Partido del Trabajo (PT), el único que respaldó a López Obrador en sus tres campañas presidenciales. En las elecciones para gobernador, dicen sus allegados, construyó las bases para intentar que el entonces priísta, Fernando Castro Trenti, se quedara con la gubernatura, con una alianza entre PRI, PT, Partido Verde y el Encuentro Social.
Rafael Leyva Pérez, uno de sus más allegados, quien actualmente tiene la mira en la presidencia estatal de Morena, cuenta que ahí se fue fraguando el origen del apoyo al tabasqueño. Él mismo se reconoce como el encargado de consolidar mil 900 comités, integrados cada uno por cinco personas –unas 9 mil 500 personas en total–, para construir la base de simpatizantes de Castro Trenti.
Casi a la par de la derrota de la elección estatal de julio de 2013, a nivel nacional ya se planeaba la consolidación del Movimiento de Regeneración Nacional como partido político. Para el 12 de octubre de ese año se consolidaría la asamblea constitutiva de Morena en Baja California, una tarea que, a decir de Leyva, recayó en manos de Bonilla Valdez, quien ya era cercano a Andrés Manuel. Para lograrlo, cuenta en entrevista, se reactivaron los esfuerzos construidos en la campaña del PRI que respaldó el PT.
“Bonilla fue la parte organizativa de las bases en Baja California”, asegura. Agrega que, por orden directa de López Obrador, aprobado por el Comité Nacional de Morena –en donde Gabriel García Hernández, coordinador de los superdelegados del gobierno federal, fungía entonces como Secretario de Organización–, Bonilla Valdez también tuvo un papel importante en la consolidación del partido en estados como Sonora y Nayarit.
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Para las elecciones del estado en 2015, Morena, ya como partido, se aventuraba a sus primeras elecciones en el estado, con Víctor Manuel Castro Cosío como candidato a la gubernatura. Lograron sólo 15 mil 824 votos. “Sabíamos que íbamos a perder, la meta era conservar el registro para apostarle a 2018”.
Para entonces, en el estado apenas se tenían registrados 7 mil 425 militantes de Morena ante el INE, la misma cifra que conservan, de forma oficial, hasta la fecha.
Sin embargo, para marzo de 2018, un mes antes del arranque oficial de la campaña de Andrés Manuel, comenzó a registrarse un movimiento atípico en el interés de los bajacalifornianos en Morena.
Si en diciembre de 2017, en plena precampaña, apenas 653 personas del estado gobernado entonces por Francisco “Kiko” de la Vega solicitaron sumarse al partido, en marzo de 2018 las solicitudes aumentaron exponencialmente, 5 mil 169 personas quisieron afiliarse; para abril, lo mismo: 6 mil 745 presentaron su solicitud; en mayo: 6 mil 861; en junio: 5 mil 416.
La información obtenida vía transparencia por EMEEQUIS demuestra que entre diciembre de 2017 y diciembre de 2018, en Baja California se procesaron 30 mil 552 solicitudes de afiliación, cuatro veces lo que tenía el partido registrado en el estado de forma oficial ante el INE. No hubo estado en el país donde se demostrara el interés en unirse a las filas de Morena.
En ese periodo, Jaime Bonilla Valdez fungía como presidente del comité estatal del partido. Un año antes, había inaugurado oficinas de Morena en diversos municipio, en Ensenada, Mexicali y Tecate, principalmente. “Morena llegó para quedarse y para crecer con el pueblo”, había dicho en julio de 2017 en Mexicali.
A decir de Rafael Leyva, “la gente quería unirse, fue una afiliación genuina”. Cuenta que en las oficinas del partido llegaban decenas de personas a entregar su solicitud de afiliación, con INE en mano. “Fue tan apabullante que se asustaron a nivel nacional”, afirma. Sin embargo, en su opinión, el cierre del padrón permitirá tener filtros en la militancia del partido.
Tras el cierre del padrón, decretado por Yeidckol en agosto de 2018, el número de afiliaciones procesadas en el estado bajó. Casi al mismo tiempo, Jaime Bonilla era propuesto por Andrés Manuel para convertirse en superdelegado del estado y encargarse de la operación de los programas sociales federales en su tierra, con Gabriel García, reconocido como el encargado de consolidar los apoyos a AMLO, como jefe. Un cargo que ostentó de manera provisional, pues después se convirtió en el candidato de Morena a gobernador, puesto que tiene actualmente.
Rafael Leyva, la mano derecha de Bonilla en el proceso de consolidar a Morena como triunfador en un estado históricamente panista, fue nombrado delegado de uno de los programas federales, Prospera (sustituido por las Becas para el Bienestar), cargo al que renunció para llevar la campaña de Bonilla rumbo a la gubernatura del estado.
De haberse oficializado este boom de registros, Morena tendría en Baja California su tercera fuerza política, sólo detrás de la Ciudad de México y Chiapas.
MICHOACÁN Y CHIAPAS: EXPLOTARON SOLICITUDES
El mes que Andrés Manuel arrancó su precampaña presidencial, en Chiapas se registraron 5 mil 32 solicitudes de afiliación, el inicio del boom de Morena en el estado, que era gobernado por Manuel Velasco.
El ritmo de interés se mantuvo constante hasta marzo de 2018, antes del arranque oficial de la campaña, pero para julio el número de interesados bajó hasta registrar sólo 95.
En Chiapas, la sede estatal del partido, era liderada por José Antonio Aguilar Castillejos, un hombre que había tenido cargos relacionados con Morena en el estado desde noviembre de 2012. Coincidentemente, el líder estatal fue nombrado por el presidente electo superdelegado en el estado el mismo mes que el número de registros bajó.
En total Chiapas registró 27 mil 515 afiliaciones entre diciembre de 2017 y diciembre de 2018. El 99 por ciento de esas afiliaciones se registraron antes del nombramiento del superdelegado que ahora coordina los programas sociales federales a nivel local con un sueldo mensual de 122 mil 512 pesos brutos.
En caso de haberse respetado este proceso, el estado hubiera pasado de ser la séptima fuerza política del partido en el país a ser la segunda.
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En Michoacán la historia es similar. La representación de Morena en el estado estaba a cargo de Roberto Pantoja Arzola, quien fungió como presidente del Comité del Comité Ejecutivo Estatal de Morena entre 2015 y hasta noviembre de 2018.
Pantoja Arzola fue uno de los que impulsó la candidatura del exlíder de las autodefensas, José Manuel Mireles, a la Cámara de Diputados en abril de 2018. Ya para entonces, en el estado las afiliaciones mensuales superaban las dos mil solicitudes, teniendo un pico máximo en enero de 2018, con 7 mil 350 personas interesadas en sumarse a Morena.
En total, Michoacán consolidó 27 mil 898 afiliaciones tras el arranque de la precampaña de López Obrador, incrementando casi cuatro veces el registro de militantes que tenían establecido ante el INE. Así se coló al quinto puesto como fuerza política del partido a nivel nacional.
En julio de 2018, Pantoja Arzola también fue nombrado como superdelegado por Andrés Manuel y actualmente labora bajo el mando de Gabriel García Hernández. Percibe un sueldo mensual bruto de 122 mil 512 pesos, según el portal Nómina Transparente.
EL ORIGEN DEL CONFLICTO
En agosto de 2018, Polevnsky anunció que se cancelarían las afiliaciones al partido de manera temporal, pues habían detectado que personas, con la promesa de otorgar acceso a programas de gobierno, estaban realizando afiliaciones masivas. En ese entonces mencionó a Puebla como uno de los estados con anomalías; sin embargo, según los datos en poder de EMEEQUIS, en este estado sólo se registraron 10 mil 686 afiliaciones, cifra similar a la que tenía registrado el estado ante el INE de forma oficial hasta noviembre de 2017, 9 mil 768.
Yeidckol Polevnsky aseguró entonces que quienes estaban realizando estas prácticas masivas eran “hampones o infiltrados” que querían adueñarse del partido para llegar a un cargo de elección o de designación. “No se dejen engañar”, llamó entonces a los simpatizantes. Aseguró que el padrón legítimo era el que estaba dado de alta en el INE, el de los 319 mil registros.
Desde entonces han ido y venido las pugnas por el padrón, las cifras varían según quien hable de ellas. Yeidckol defiende el padrón oficial del INE; Alejandro Rojas Díaz Durán, quien busca la dirigencia del partido, afirma que debería haber siete millones de militantes registrados, mientras que Gabriel García Hernández, quien fuera secretario de Organización de Morena, defiende tres millones.
De acuerdo con el periodista Ernesto Núñez, entre 2014 y 2017 Morena había registrado más de tres millones de afiliaciones, pero nunca las dio de alta formalmente ante el INE. Este proceso, asegura el periodista, corrió a cargo de Gabriel García.
Bertha Luján es una de las aspirantes a dirigir el partido en el poder. Foto: Graciela López / Cuartoscuro.com
AFECTA ELECCIONES INTERNAS
La falta de certeza sobre el tema ha impedido que el partido avance en sus elecciones internas, el 20 de noviembre debió de haber tomado protesta un nuevo dirigente nacional, pero el pleito del padrón mantiene en vilo el futuro del partido. La fecha se pospuso para el 30 de noviembre, pero aún habiendo un acuerdo previo entre Bertha Elena Luján y Yeidckol Polevnsky, no se llevará a cabo, pues esta última no firmó el documento que lo avalaba.
Mientras tanto, la única certeza es que 228 mil personas se afiliaron entre diciembre de 2017 y 2018 sin que Morena los haya dado de alta y puedan formar parte de las filas del partido fundado por el presidente de México.
En el Reglamento para el Manejo del Padrón Nacional de Afiliados de Morena, se establece que el padrón debe actualizarse mensualmente, algo que no ha ocurrido desde finales de 2017. Mientras que Morena tiene hasta el 31 de enero de 2020 para actualizar su padrón, sus dirigentes aún no definen quién sí y quién no puede sumarse al Movimiento.
Si estos 228 mil afiliados hubieran sido dados de alta ante el INE, el padrón de Morena tendría de forma oficial 547 mil 755 militantes. Asimismo, el partido informó que este 2019 no se recibieron solicitudes y por ello no se capturó ninguna información en el sistema.
Este medio solicitó entrevistas con los superdelegados y con Polevnsky sobre el tema, sin que hasta el momento se haya obtenido alguna respuesta.
@AleCrail