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Témoris: AMLO impulsa negocios con TC Energy pese a sentencia
Comuneros y habitantes de Témoris exigen que se cumpla la sentencia emitida el 5 de noviembre de 2018, cuando el Tribunal Unitario Agrario Número 5 con sede en Chihuahua, determinó la anulación de los contratos derivados de los documentos fraudulentos y condiciona la permanencia del gasoducto a una la renegociación entre las partes. La diputada morenista Andrea Chávez presumió que Adán Augusto López había resuelto el conflicto. #NegociosNeoliberales (PARTE 2)
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Por Esteban David Rodríguez y Sandra Romandía
EMEEQUIS.― Mientras los habitantes de Témoris, cabecera municipal de Guazapares, Chihuahua, exigen a las autoridades de los tres niveles de gobierno que “ya no solapen” a la TC Energy, y que se cumpla la sentencia que invalida los documentos fraudulentos que permitieron las obras del gasoducto El Encino – Topolobampo dentro de sus tierras, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha multiplicado negocios eléctricos con dicha firma.
De hecho, fue el propio mandatario quien, en 2022, encabezó el acto de firma de los compromisos de alianza, durante la inauguración de las instalaciones donde se construye la Refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco, pues el proyecto Puerta al Sureste conectará a este desarrollo con Coatzacoalcos, a través de un gasoducto submarino en aguas del Golfo de México.
Pero en Chihuahua, los comuneros y habitantes de Témoris exigen la observancia de la ley, que para el caso no significa otra cosa sino el cumplimiento de la sentencia emitida el 5 de noviembre de 2018, cuando el Tribunal Unitario Agrario Número 5 con sede en Chihuahua, determinó la anulación de los contratos derivados de los documentos fraudulentos y condiciona la permanencia del gasoducto a una la renegociación entre las partes.
En caso de no cumplirse esas dos exigencias, prevé la sentencia, deberán retomarse las condiciones prevalecientes en marzo de 2013. Dicho de otro modo, TC Energy tendría que desenterrar sus tubos.
Hasta ahora, la firma transnacional no ha cumplido con ese fallo legal, a pesar de sendos juicios de amparo que han dado la razón a los comuneros de Témoris, ni siquiera tras las protestas y el cierre de válvulas ejecutado en dos ocasiones por los propios quejosos.
Nada ha sido bastante. En entrevista con EMEEQUIS, don Filemón Cervantes, miembro de la mesa directiva del Comisariado de los comuneros, dice: “Lo único que ha querido la empresa es ganar tiempo. (…) Ellos lo que quieren es aprovecharse de que están siendo protegidos y amparados por los gobiernos tanto del nivel de municipio hasta estado y federal. Entonces pues haga de cuenta que se burlan de nosotros. Porque el mismo gobierno los está solapando”.
Establece que la prioridad número uno de la población de Témoris es que se cumpla la sentencia: “Ahorita ya la comunidad prácticamente lo que quieren es que retiren sus tubos, ya ni siquiera quieren negociar, pues es que no podemos ya”.
Témoris. Con documentos apócrifos, TC Energy modificó el trazo del gasoducto que ahora quedó a 15 metros del núcleo de población.
LA EMBOSCADA DE BUCARELI
En efecto, TC Energy ―es decir, su rostro para ese proyecto, Infraestructura Energética Monarca― ni se dio por enterado de la sentencia del Tribunal Unitario Agrario Número 5 de Chihuahua, ni redujo un centímetro cúbico del flujo de su gas hacia la central de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Topolobampo, ni procedió a nada que no fueran sus afanosos trabajos en su gasoducto, en los días, las semanas, meses y años subsecuentes.
Y es que ni las sentencias de los tribunales mexicanos ni las protestas del pueblo de Témoris alcanzaron a escucharse allá, 170 metros por encima de la acera del número 450 de la Avenida Suroeste de Calgary, en Alberta, Canadá, donde se yergue la Torre TransCanada, un rascacielos de 83 pisos en el que sesiona el consejo de administración de TC Energy, y donde despacha su CEO, Francois Poirier.
La diputada morenista Andrea Chávez presumió en discursos que Adán Augusto López había resuelto el conflicto por el gasoducto en Témoris. / FOTO: Twitter
Casi un mes después de emitida la sentencia, el 12 de diciembre de 2018, el entonces gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, en compañía de ejecutivos de la empresa, acudió a la inauguración del gasoducto El Encino- Topolobampo ―que en realidad había empezado su operación a mediados de ese año―, y abrió simbólicamente la válvula del gas.
El mandatario estatal declaró: “Estamos trabajando para crear un ambiente confiable para que las inversiones en estos sectores se desarrollen de la mejor forma posible y continúen llegando al estado, porque nuestro gobierno se ha convertido en un facilitador de este tipo de proyectos”.
En el terreno de la lucha legal de la comunidad de Témoris por sus derechos, inopinadamente, el 10 de febrero de 2022, el Tribunal Unitario 5, sin que hubiesen sido cumplidas sus propias disposiciones, declaró cumplida su sentencia del 5 de noviembre de 2018.
Ante el incumplimiento de la sentencia, la comunidad agraria de Témoris continuó por el camino del reclamo legal. El 17 de marzo de 2022 presentó demanda de amparo indirecto (572/2022) ante el Juzgado Octavo de Distrito con residencia en la ciudad de Chihuahua, ante la omisión de ejecución de la sentencia definitiva del expediente 1064/2017, señalando como responsable al Tribunal.
Obtuvieron resolución favorable, el amparo y protección de la justicia de la Unión, para dejar sin efecto la sentencia del supuesto cumplimiento, y para dar continuidad al procedimiento de ejecutoria.
Ante la pasividad de la autoridad aludida, y estimulados por la supuesta lucha del presidente López Obrador contra negocios eléctricos privados abusivos, en 2022 los comuneros decidieron movilizarse.
Ya en octubre de 2020, el mandatario había dicho: “Los únicos negocios que deben importarnos son los negocios públicos, tenemos que defender a CFE, tenemos que defender a Pemex, no a los negocios privados”. Además, el gobierno había emprendido una contrarreforma a la legislación energética aprobada bajo la gestión de Enrique Peña Nieto, todo lo cual impulsó a los comuneros de Témoris.
Así lo refiere el tesorero de los comuneros, don Filemón Cervantes Soto: “Cuando nosotros hicimos todo este movimiento fue porque aprovechamos que nuestro presidente de la República hablaba mucho de estos temas: que la corrupción, que los contratos leoninos, y hablaba del huachicoleo. Entonces, por eso nos decidimos a avanzar con la demanda. Pensamos: vamos a tener apoyo”.
También por eso, dice, en octubre de 2022 se organizaron para cerrar la válvula de paso del gas: “Fueron alrededor de 12 o 13 días. Llegaron los representantes de (la secretaría de) Gobernación del estado de Chihuahua. Ahí estaban nuestros abogados, y se les hizo ver que nosotros estábamos en nuestro derecho porque las tierras son de nosotros, la empresa está totalmente en la legalidad, desde un principio”.
Entonces sí aparecieron los representantes de la empresa, hicieron promesas, y se fueron de nuevo. Pero los comuneros no se engañaban, refiere don Filemón Cervantes: “Lo único que ha querido la empresa es ganar tiempo. Se hicieron movimientos, se le cerró la válvula porque no había ninguna negociación, que nosotros solicitamos públicamente. Y entonces sí se acercaron supuestamente a negociar. Pero de hecho nunca han tenido esa finalidad. Sólo se acercaron desde la fecha en que se le cerró la primera vez la válvula, en octubre del año pasado, la primera vez”.
Los representantes de TC Energy , es decir de Infraestructura Energética Monarca, hicieron promesas y se marcharon de nuevo.
Daño ecológico: la huella del gasoducto en una colina de Guazapares, a unos metros de la zona habitacional. / FOTO: EMEEQUIS
Al cabo, el 16 de marzo de 2023, la autoridad agraria del juicio de origen, obligada por la sentencia del juicio de amparo indirecto, emitió un acuerdo en el que se hizo efectivo el apercibimiento de regresar las cosas al estado en que se encontraban hasta antes de la celebración de los contratos declarados nulos.
Pero los negocios siguieron su marcha, al igual que el gas por el gasoducto ilegal. En abril de este año, y entonces TC Energy apareció, y emitió “alerta por tapón crítico” en el gasoducto.
Entonces el gobierno mexicano sí prestó oídos. Adán Augusto López Hernández, que aún fungía como secretario de Gobernación, se comunicó con los quejosos, les pidió que abrieran la válvula, les prometió que ya todo se iba a arreglar, y los citó en sus oficinas del Palacio de Bucareli, en la Ciudad de México.
“Nos invitó de manera muy muy cortés y cordial a que abriéramos la válvula, y que fuéramos a una mesa de negociaciones a la Ciudad de México ―relata don Filemón Cervantes―. A nosotros nos entusiasmó mucho la invitación porque dijimos, ¡ya está! ¡Qué mejor que a ese nivel de política, el gobierno nos pueda ayudar! Nos había dicho el señor Adán Augusto que si no (había acuerdos), que podíamos volver a cerrar la válvula. ¡Era un apoyo muy grande para nosotros!
“Nos fuimos en ese plan a Ciudad de México, muy entusiasmados. Y ya estando allá, pues el señor Adán Augusto nos cambió la versión. Nos dijo que no deberíamos andar haciendo eso de cerrar las válvulas, porque (los gasoductos) estaban clasificados como un asunto de seguridad nacional. Y pues comenzó a amedrentarnos, porque dijo ya claramente: si vuelven a hacer estas cosas, a cerrar la válvula, pues entonces ya tendría que actuar y mandarles la Guardia Nacional”.
Los satisfechos abogados de Infraestructura Energética Monarca, es decir de TC Energy, estaban también en la reunión, pero nadie quería escuchar las razones ni argumentos de los representantes de los comuneros.
En algún momento en la impotencia sacó a relucir reclamos al secretario de Gobernación por pronunciamientos que, en sus giras de promoción efectuadas aún siendo funcionario, efectuó su aliada política y posterior coordinadora de precampaña interna, la diputada morenista Andrea Chávez:
“Cuando andaban en campaña, dijo públicamente: ‘¿Quién arregló tal problema en Sinaloa? No, pues que Adán Augusto. ¿Quién arregló el problema de acá en Tijuana? No, pues que Adán Augusto, ¿Y quién arregló el problema del gasoducto en Témoris? No, pues que Adán Augusto.’ Entonces, cuando supimos, dijimos esto es una burla que este señor se ande adjudicando asuntos que no están solucionados”, relata don Filemón.
Y remata: “Nos regresamos completamente derrotados”.
Andrea Chávez. Arenga. / FOTO: Twitter
UN BRAMIDO BAJO LOS PIES
“Yo escuchaba el zumbido, abajo de mi casa vibraba. Desde un principio le hablé a la gente de la empresa y les dije que cada que abrían y cerraban las válvulas, mi casa se empezaba a cuartear. No me creían, decían que estaba loca, que yo qué iba a saber, que eso era mentira. Yo ya tenía un dolor de cabeza y unos zumbidos en los oídos, porque el gasoducto duraba hasta seis días bufando”.
El relato es de doña Yolanda Beltrán, una horticultora de 39 años, que vive con sus hijos, una jovencita de 15 años y un niño de ocho años, a 35 metros de la ruta del gas. Su sustento proviene de la huerta, de las vacas, del cultivo para autoconsumo e incluso del trueque, explica en entrevista con EMEEQUIS: “Yo tengo mi huerta tengo mis cebollitas, mis chilitos, todo, pues verdura, A veces intercambiamos, si uno tiene en chile, nosotros vendemos tomate”.
Las vibraciones ya partieron la casa de doña Yolanda. / FOTOS: EMEEQUIS
Su casa es de mampostería y desde que comenzaron las pruebas del gasoducto, en 2016, las paredes comenzaron a fisurarse. Ahora ya hay un resquebrajamiento en la unión de su losa a dos aguas. Aunque rápidamente reportó a la empresa los daños que experimentaba su vivienda por los rugidos del gasoducto, nunca le concedieron que tuviera relación con el mismo.
“Yo les avisé hace años, pero como viene gente diferente ―refiere doña Yolanda―. Eso fue como un año o unos meses antes de que ya fuera a empezar a funcionar el gas, en 2016. Abren válvulas y cierran válvulas, yo no sé por qué motivo, pruebas, no sé qué harán porque yo no lo vi, yo escuchaba el zumbido, abajo de mi casa, vibraba. Yo me di cuenta desde un principio y les hablé, y les dije que cada que abrían la válvula y cerraban la válvula mi casa se empezaba a cuartear. No me creían, era una grieta, una rayita nomás. Pero de unos cinco años para acá, la grieta se empezó a notar más y más, más larga hacia afuera. La última vez que la abrieron, en las esquinas donde están las ventanas ya están más profundas las grietas”.
El 9 de julio de 2013, cuando la Semarnat respondió a TC Energy ―en ese momento Transportadora de Gas Natural del Noroeste― su solicitud de aprobación de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto, la condicionó a la obtención de la totalidad de permisos por parte de la compañía, con la advertencia de que “la promovente realizará actividades altamente riesgosas: por la cantidad y la velocidad a la que va ir el gas”.
El Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano (CECCAMP) detectó 21 accidentes en instalaciones y gasoductos de gas natural entre 1965 y 2014 en Estados Unidos, México y Canadá. Los propios tubos de TC Energy explotaron. El propio gasoducto TransCanada, ha explotado o ha presentado incendios ocho veces desde 1957.
En Témoris, Doña Yolanda y su familia saben que no es fácil dormir con la sensación de que hay una bomba de tiempo bajo la cama. Pero no sólo perdieron el sueño, también perdieron un pozo artesiano que era indispensable para su supervivencia:
“Yo tengo un pozo en el cual tengo problemas por el gasoducto. Cada rato vienen y me lo quieren quitar. Están aferrados a que yo quite mi pozo, está mi pozo y enseguida está el tubo. Yo no puedo hacerlo más ancho porque me estorba el gasoducto, no lo puedo hacer más hondo porque ahí está el gasoducto, y eso a mí sí me perjudica”.
La casa de doña Yolanda, a 35 metros del ducto. No sólo perdió el sueño, también un pozo que la tubería de TC Energy deshabilitó./ FOTO. EMEEQUIS.
Explica: “Del cerco para acá es mi propiedad y el pozo me lo dio mi suegro en su terreno, me regaló los dos metros cuadrados. Mi pozo ha estado ahí toda la vida. Entonces ellos (la empresa) me echaron mentiras, porque fíjese: me dijeron que me iban a dar cable para la luz, que me iban a traer una bomba bien chingona, que me iban a meter maquinaria para hacerme el pozo; de hecho habían quedado en que me iban a menear el pozo, o sea que me iban a hacer algo a mí que me beneficiara”.
Lo único que hizo la empresa fue salir del paso: “Hicieron algo que no funcionó. Entonces yo volví a hacer mi pozo. Ellos hicieron un rebaje, más abajo de mi pozo, hicieron un hueco nada más, y pusieron tubería de mi pozo viejo al que ellos me hicieron, y pues no funcionaba, el agua se hacía verde, estaba bien mugrosa, olía rayos. Yo les dije miren: ese pozo ahí se va a quedar si usted viene y mete su maquinaria y trabaja yo no puedo afirmar nada, hasta que ese pozo nuevo que ustedes hagan funcione yo tome el agua y sepa que está buena. Porque a mí no me sirve hacer un pozo con agua verde. Y cada rato que vienen a revisar, tengo que estar hablando con ellos porque van y yo no soy comunera, sólo tengo esta propiedad y mi pozo. El detalle que vinieron a hacer todo este perjuicio”.
En el mismo predio tiene su casa uno de los hijos de doña Yolanda, de 22 años. A él le prometieron también compensaciones, pero nunca llegaron. En un predio vecino, vive la señora Areli, a la que doña Yolanda apoyó ante los abusos de la empresa del gasoducto:
“Nos echaron la policía, y nos hicieron firmar un papel, en caso de que siguiéramos. Vino su abogado de la compañía, bueno se hizo un desmadre, hasta las máquinas nos estaban echando encima. Nos dieron un cheque, sí, y el papel. Que lo tuvimos que firmar porque hasta la cárcel nos iban a llevar, y como le digo no tuvimos apoyo. Nadie se quiso meter. Nos acusaban de obstruir su obra, y que era de gobierno y que nadie podía meterse”.
Lamenta doña Yolanda: “Si usted ve el camino del gasoducto, ahorita se quitó por las aguas, pero el camino quedó marcado y ya no nacen árboles, ya no se puede sembrar; hay zacate porque ese nace hasta en las piedras, pero totalmente acabaron con los pinos, con los sauces y la gente desgraciadamente no notó eso al principio”.
Don Filemón Cervantes observa una situación de engaño, otra más, en el tema de la seguridad. Reitera que la gente de la empresa primero aseguró que no implicaban ningún riesgo el ducto, y después, lanzaron toda una campaña de advertencias:
“Pasaron por patios de algunas casas, porque de hecho cuando ellos andaban haciendo su instalación, andaba una avanzada que decía que no había problema, y después cuando ya estaba toda la línea, entonces empezaron a dar pláticas y le decían a los avecindados y a los compañeros de la comunidad que sí había un riesgo. Entonces de ahí surgía el comentario: bueno, por qué ahora que ya está instalada toda la tubería, ahora sí nos dicen que es de alto riesgo”.
“GRACIAS SEÑOR PRESIDENTE”
Dos meses después, el director de la CFE, Manuel Bartlett Díaz, brindaba con el CEO global de TC Energy, Francois Poirier, en el Club de Banqueros de México, por la “alianza estratégica” de ambas empresas.
El poblano encomió la “alianza estratégica” de la CFE con TC Energy ―un gigante global con divisiones en energía, aerolíneas, transporte, y sector inmobiliario, con presencia en todos los continentes―, con las que desarrolla proyectos como Puerta al Sureste y el gasoducto Tuxpan – Tula.
Por su parte, Francois Poirier celebró todos los proyectos de TC Energy con el gobierno mexicano, el apoyo de gobiernos estatales, y finalmente agradeció “al presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que “sin su apoyo la alianza no sería posible”.
Y es que el gigante canadiense tiene inversiones por más de 5 mil millones de dólares en México, con más de siete proyectos en marcha bajo el esquema de asociaciones público privadas con CFE.
Desde 2016, la empresa desarrolla proyecto Caoba en Tuxpan, Veracruz, infraestructura transporte y almacenamiento çde combustible en Veracruz. en ese entonces se proyectó una inversión de 800 millones de dólares.
Las obras incluyen una terminal marina en Tuxpan, Veracruz con capacidad para descarga y distribución de petrolíferos y su conexión al ducto de productos refinados Tuxpan – Tula, de aproximadamente 265 kilómetros, además de una terminal de almacenamiento y reparto, y que desde luego tendrán como cliente principal a Pemex.
En ese negocio TC Energy tiene una participación del 50%; Sierra Oil & Gas del 40%; y TMM del 10% del mismo. Sierra Oil & Gas es una empresa fundada en 2015 por Francisco Javier Ibáñez Grimm y Martín Sánchez Bretón en 2014. TMM es uno de los corporativos más grandes de logística y almacenaje, transporte marítimo y administración de puertos y terminales del país.
Además opera otras líneas de ductos como el Sistema Tuxpan – Tula y el Sistema Naranjos – El Sauz, de San Luis Potosí a Veracruz, a través de (Transportadora de Gas de la Huasteca; el Sistema Manzanillo – Guadalajara; el Sistema Tula – Villa de Reyes (SLP), con Transportadora de Gas Natural de Zacatecas, Distribuidora de Gas Natural México, Distribuidora de Gas Natural del Noroeste, y Gas Natural Fenosa.
Pero sin duda el negocio más polémico de TC Energy con la CFE ―junto con el de Témoris―, ha sido el de Puerta al Sureste, un gasoducto submarino en aguas del Golfo de México, que va del puerto de Tuxpan al de Coatzacoalcos, y de éste a Paraíso, Tabasco, donde se pretende conectar en 2025 a uno de los proyectos estelares de AMLO, la Refinería Dos Bocas.
El proyecto ha desatado las protestas de grupos ecologistas por la destrucción de arrecifes, e incluso, a principios de junio la organización Greenpeace desplazó en costas del Golfo una de sus emblemáticas embarcaciones, el Artic Sunrise, en el que desplegó una manta con la leyenda: “Arrecifes sí, ductos no. Fuera TC energía del mar mexicano”.
Greenpeace: “Seguiremos exigiendo a TC Energy que salga de nuestro país. No los queremos ni con sus gasoductos terrestres, ni con sus gasoductos marinos”.
Viridiana Lázaro, coordinadora de Investigación de Greenpeace México, declaró en ese periplo que es urgente proteger los ecosistemas arrecifales del Golfo, “para la vida marina y para la vida de las comunidades pesqueras cuya subsistencia depende de ecosistemas sanos y equilibrados”. Dijo que “la presión de la construcción de un gasoducto, más el cambio climático y los accidentes que sucederán, porque son inevitables, ponen en riesgo a los ecosistemas y la vida en el Golfo de México.”
Por su parte, Pablo Ramirez, “campañista de clima y energía” de la misma organización, advirtió: “Seguiremos exigiendo a TC Energy que salga de nuestro país. No los queremos ni con sus gasoductos terrestres, ni con sus gasoductos marinos”.
Pero en el gobierno sólo hay una noción: hacer viable Dos Bocas, no importa si eso pasa también por destruir arrecifes en el Golfo de México o violar sentencias de tribunales el Chihuahua para satisfacer otros negocios de la empresa.
Ya desde julio de 2022, durante la inauguración de la Refinería Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, Manuel Bartlett Díaz anunció acuerdos de participación en alianzas estratégicas con TC Energía y NewFortress Energy Corporation, “con el objetivo de fortalecer la seguridad energética de México, y la relación comercial entre el gobierno de México y el sector privado energético norteamericano y canadiense”.
Especialmente eufórico, el presidente López Obrado firmó como testigo de honor.
Por ello la gratitud que el CEO de TC Energy, Francois Poirier, manifiesta al gobierno mexicano en general y al presidente López Obrador en particular.
Pero en Témoris, Don Filemón Cervantes, desde luego, no puede tener la misma gratitud con el mandatario ni con el gobierno todo. Los comuneros insisten en que se cumpla la sentencia de 2018, y piden una compensación de 60 millones de dólares para la comunidad o que se vayan con todo y sus tubos.
Piden los comuneros “que el magistrado del Tribunal Agrario deje de actuar como defensor de oficio” de las compañías, e insisten en que las autoridades municipales, estatales y federales “dejen de solapar a la empresa”.
Confiado aún en que al final se imponga el imperio de la ley, don Filemón señala: “El magistrado agrario de Chihuahua tiene que acatar esa sentencia, porque no es posible que él mismo actúe como un defensor de la empresa, o sea está actuando como un defensor de oficio de ellos, descaradamente, él mete y firma los acuerdos y los escritos que ingresan a los a los juzgados federales. Entonces estamos peleando con un monstruo prácticamente. Imagínese pelear contra una empresa transnacional monstruo, y gobiernos que deberían, pues si no apoyarnos, pues tampoco amedrentarnos por defender nuestro derecho”.
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