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Presupuesto 2024: La simulación obradorista
Los diputados de Morena, con la Secretaría de Hacienda liderando la orquesta, han elevado la simulación a otro nivel. En la Ley de Ingresos, se aprobaron cambios significativos que, sorprendentemente, no modificaron el monto total a recaudar.
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Por Juan Ortiz / Lupa Legislativa
EMEEQUIS.– La discusión del presupuesto federal, en este sexenio, parece un ejercicio estéril. Diputados y asesores invierten días en análisis detallados, proponiendo modificaciones técnicas que, en su mayoría, no son tomados en cuenta, dejando un presupuesto sin grandes cambios.
Y existe otra realidad, donde el presupuesto aprobado sufre alteraciones millonarias a lo largo del año, un fenómeno que he detallado en columnas anteriores para EMEEQUIS.
Tenemos el ejemplo de la Secretaría de Energía, encargada de la Refinería Olmeca. Recibe anualmente sumas adicionales significativas. Este incremento implica inevitablemente recortes en otras áreas, como el sector salud, que frecuentemente reporta subejercicios notables.
El presupuesto de 2024 no está libre a esta dinámica, aunque tiene un giro: los diputados de Morena, con la Secretaría de Hacienda liderando la orquesta, han elevado la simulación a otro nivel.
En la Ley de Ingresos, se aprobaron cambios significativos que, sorprendentemente, no modificaron el monto total a recaudar. Entre los cambios están la reducción a la retención del ISR para ahorradores del 1.48% al 0.50%, la reducción a la carga fiscal (Derecho por la Utilidad Compartida) de PEMEX del 40% al 30%, y la creación de una tasa del 9% a los ingresos brutos de concesionarios de aeropuertos.
Estos cambios debieron reflejarse en el total de ingresos a recaudar. Pero no ocurrió. Así que intentaron ‘arreglarlo’ desde el dictamen del presupuesto. ¿Por qué razón? Los cambios a la Ley de Ingresos afectaron la recaudación federal participable, una bolsa desde la que se transfieren recursos a estados y municipios. El impacto fue de 7 mil 189 millones de pesos.
Para ‘compensar’, se creó una partida discrecional para los gobiernos locales en la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes por la misma cantidad, pero sin estructura, reglas de operación ni fuente de ingresos definida.
Además, por una menor carga fiscal, Pemex recibirá otros 25 mil 442 millones de pesos, aunque para cuadrar las cuentas, simularon que este dinero se sustrajo de la Secretaría de Energía.
Otro acto de simulación fue el recorte de 13 mil 262 millones de pesos al Poder Judicial y órganos autónomos, como el INE e INAI, redirigiendo estos fondos al programa de becas “Benito Juárez”. Que gran noticia sería que más niñas y niños accedan a una beca, pero sin una petición formal de la SEP o un análisis del incremento de beneficiarios en el dictamen de la Comisión de Presupuesto, lo que terminaron haciendo los diputados oficialistas es elevar el riesgo de subejercicios y reasignaciones opacas, posiblemente a proyectos como el Tren Maya.
Ni la tragedia en Guerrero, provocada por el huracán Otis, convenció a los legisladores oficialistas de crear una partida especial para la reconstrucción en la Comisión de Presupuesto. Es más, ni siquiera hubo un aumento al programa Fonden.
Desde el Pleno de la Cámara de Diputados deberán crear esta partida, definiendo las dependencias, programas y montos a designar, además de integrar una comisión legislativa especial de seguimiento a la reconstrucción de Guerrero que vigile tanto el proceso, como los gastos. Solo así demostrarán verdadero compromiso con los damnificados.
La omisión de un fondo específico para Guerrero conlleva la asignación arbitraria de dinero por parte del Gobierno Federal, sin mecanismos que transparenten dichas transferencias ni indicadores de evaluación para esta tarea titánica.
Al final tendremos un presupuesto 2024 sin grandes cambios. Se mantiene con un gasto de 9.06 billones de pesos, donde el 20% es deuda y la cual se concentra en gasto corriente como nóminas y subsidios. La inversión en infraestructura recibirá 888 mil millones de pesos, un 23% menos que en 2023, y las jubilaciones y pensiones del bienestar absorberán una quinta parte del total.
Este lunes se discute el presupuesto y uno de los puntos es Acapulco, como lo ilustra Luis Espinosa Cházaro (PRD).
La Secretaría de la Defensa Nacional es una de las grandes beneficiadas, con un presupuesto de 256 mil millones de pesos y dos nuevos fideicomisos que aseguran ingresos anuales de por lo menos 10 mil millones. Además, gestionará aeropuertos, la nueva aerolínea estatal y la empresa Olmeca – Maya – Mexica, así como la construcción y operación del Tren Maya.
Y por cierto, los 120 mil millones de pesos del Tren Maya se mantienen intactos, bajo la promesa de terminarse en 2024. Eso implica que se habrán gastado más de 500 mil millones de pesos, triplicando sus costos.
En conclusión, el presupuesto de 2024 es un espejo de las prácticas de simulación que han caracterizado la gestión actual. Las modificaciones presupuestarias, lejos de ser esporádicas, se han convertido en la regla, ocultando las verdaderas prioridades y compromisos financieros del gobierno.
La forma de asignar recursos, especialmente en tiempos de crisis como los vividos en Guerrero, revela una preocupante falta de previsión y transparencia.
Este panorama nos recuerda la importancia de la vigilancia ciudadana. Cada peso del presupuesto federal proviene del esfuerzo colectivo de los contribuyentes y debe ser destinado con la máxima eficiencia, equidad y transparencia.
Recordemos que los legisladores, nuestros representantes, toman decisiones que impactarán en la economía y en la vida de todos nosotros durante años.
El llamado es claro: debemos ejercer nuestra responsabilidad cívica y mantener una vigilancia constante sobre cómo se distribuyen y utilizan nuestros recursos.
La transparencia y la rendición de cuentas no son sólo demandas, son nuestros derechos. Y en el ejercicio de estos derechos radica la fortaleza de nuestra democracia y el bienestar propio.
@Juan_OrtizMX
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