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Fonden: Un fondo de desastres que ahora es un desastre
Desde 2021, los remanentes del fideicomiso Fonden se han dirigido a la TESOFE y, posteriormente, a la "atención de desastres naturales". Sin embargo, la Secretaría de Hacienda no ha informado cuánto de este dinero se ha utilizado para tal fin.
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Por Juan Ortiz / Lupa Legislativa
EMEEQUIS.– El tema del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) resurge cada vez que un desastre natural golpea a México. ¿Sigue en pie? ¿Hay fondos asignados para este propósito? Revisemos a detalle.
Nacido en 1996, el Fonden se creó para reconstruir infraestructura pública y vivienda, además de para la recuperación ambiental.
Tres años más tarde, en 1999, se establecieron sus reglas de operación y se creó un fideicomiso público con el mismo nombre.
Para enfrentar el impacto económico de los desastres naturales, en 2006 la Ley Federal de Presupuesto estableció la obligación de asignar un 0.4% del gasto programable al Fonden.
Pero en 2020, el Congreso aprobó un decreto para eliminar 109 fideicomisos, incluido el Fonden. Esto desencadenó cuatro cambios significativos: inició su proceso de extinción, dejó de asumir nuevos compromisos, sus fondos restantes se usaron para pagar compromisos anteriores, y se eliminó la obligación de asignar el 0.4% del gasto a la atención de desastres naturales.
Aunque el Fonden como fideicomiso público todavía existe, su proceso de extinción ha avanzado un 43% hasta junio de 2023. De los 32 mil millones de pesos disponibles en 2020, ahora solo quedan 89.7 millones de pesos.
Según la Secretaría de Hacienda, en 2020 se concentraron 64,541 millones de pesos de varios fideicomisos, incluido el Fonden, en la Tesorería de la Federación (TESOFE). Sorprendentemente, el 40% de estos fondos se destinaron al Tren Maya.
Desde 2021, los remanentes del fideicomiso Fonden se han dirigido a la TESOFE y, posteriormente, a la “atención de desastres naturales”. Sin embargo, la Secretaría de Hacienda no ha informado cuánto de este dinero se ha utilizado para tal fin.
Además, tenemos una contradicción en los informes de la SHCP. A través de datos abiertos de la propia secretaría, reporta que el programa Fonden no gastó ni un sólo peso desde 2021. Mientras que en sus informes trimestrales reporta que transfirió más de 22 mil mdp. Sin embargo, no informa cuántos recursos provienen del fideicomiso y cuantos del programa, tampoco si recortaron otros rubros para cubrir.
Esta falta de transparencia es una de las consecuencias de decretar la eliminación del fideicomiso público, que tenía reglas de operación claras. Ahora, las transferencias que realiza la Secretaría de Hacienda para la atención de desastres naturales son totalmente discrecionales.
Durante su comparecencia en el Senado, el Subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, afirmó que había varios recursos disponibles para la atención de desastres naturales: el programa Fonden, una línea presupuestal, así como seguros y bonos catastróficos. Sin embargo, los datos muestran que solo hay 13,568 millones de pesos disponibles a junio de 2023, no 18 mil mdp como afirmó el funcionario.
Y si no se hubiera eliminado la obligación del 0.4% del gasto programable en 2020, tendríamos 39,583 millones de pesos adicionales para la atención de desastres naturales en 2024.
Tanto el seguro como el bono catastrófico son instrumentos financieros que existen desde 2006. Sin embargo, no pueden reemplazar al Fonden por sí solos y están sujetos a condiciones específicas. Si no se cumplen, no se cobra nada.
Finalmente, el fideicomiso permitía tener una bolsa de recursos disponible, independiente del ciclo presupuestal anual, donde al final de cada año las dependencias deben regresar los recursos no utilizados. En cambio, con un fideicomiso se tiene la posibilidad de aportar año con año, y además obtener recursos adicionales por rendimientos.
Ahora, con un programa presupuestario, estamos a merced del flujo de ingresos en el momento en que ocurre un desastre natural. No es lo mismo a inicios de año, cuando existe una mayor recaudación, que al final del mismo, cuando posiblemente está comprometido gran parte del gasto. Si no tenemos disponibilidad de recursos, ¿de qué programas recortará fondos la Secretaría de Hacienda para cubrir los daños causados por el huracán Otis en Guerrero?
Desde que se decretó la extinción del Fonden, han hecho un uso discrecional de los recursos destinados para la atención de desastres naturales. Tal como criticaron a administraciones pasadas.
Decían que era corrupto, pero ahora vemos al oficialismo promover a José María Tapia Franco, exdirector del Fonden en el sexenio de Peña Nieto, como posible candidato a la alcaldía de Querétaro.
Si el fideicomiso y la obligación de asignar un porcentaje mínimo del gasto programable a la atención de desastres naturales no se hubieran eliminado, hoy tendríamos más recursos para ayudar a nuestros hermanos y hermanas en Guerrero, quienes enfrentan las devastadoras consecuencias del huracán Otis.
Este es un llamado a la acción para toda la sociedad mexicana: no podemos permitir que la falta de previsión y la gestión irresponsable de nuestros recursos nos dejen desprotegidos ante las inevitables catástrofes naturales.
Es hora de unirnos y apoyar a las comunidades afectadas en Guerrero, mientras exigimos una mayor transparencia y responsabilidad en la forma en que se gestionan los recursos para la atención de desastres. Porque hoy es Guerrero, pero mañana podría ser cualquier otra parte de nuestro país.
@Juan_OrtizMX
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