¿Y el Metro? Sheinbaum se fue presumiendo resultados, pero trabajadores ven simulación

EMEEQUIS.– “Han dicho mucho sobre el Metro, pero hemos hecho una inversión histórica”, dijo Claudia  Sheinbaum el 15 de junio, durante el mitin convocado en la explanada del Monumento a la Revolución, en el último día de su gestión al frente de la Ciudad de México. Ese día enumeró la obra del Metro-Energía, el nuevo Centro de Comando y Control, la modernización de la Línea 1 y el reforzamiento y reconstrucción de la Línea 12. 

En su despedida, Sheinbaum presumió logros en el Metro, pero trabajadores la desmienten.  

A una semana de la salida de Claudia Sheinbaum, trabajadores del Sistema de Transporte Colectivo miran su gestión “como todas las anteriores”, sumergida en una simulación que a la fecha no les permite trabajar con lo mínimo.

En entrevista con EMEEQUIS, trabajadores que prefieren permanecer en el anonimato y solicitaron se modificara su nombre, así como documentos obtenidos vía transparencia revelan que parte de los anuncios de mantenimiento, así como la satisfacción de usuarios, no tienen sustento.

¿FUE REAL EL AUMENTO DEL PRESUPUESTO DEL METRO? 

Luego de los accidentes ocurridos en enero de este año, donde una joven murió en la Línea 3 y hubo decenas de personas heridas, Claudia Sheinbaum mostró las cifras que reflejan el aumento en el presupuesto del Sistema de Transporte Colectivo. 

El ciclo del presupuesto del Metro.

Sin embargo, la jefa de Gobierno combinó las correspondientes al presupuesto ejercido y el aprobado, además de que no se contempló el subejercicio correspondiente a cada periodo.

En 2019 y 2020, los subejercicios sumaron mil 744 millones de pesos. 

En 2021, sí se ejerció el presupuesto en su totalidad, pero para 2022, en el periodo de enero a junio, el subejercicio fue de poco más de 3 mil 063 millones de pesos sin gastar. En otras palabras, 4 de cada 10 pesos proyectados no se ejercieron.

“SEGUIMOS HACIENDO MILAGROS AL TRABAJAR”

Esteban, quien fue parte de los trabajadores entrevistados durante el recorrido que este medio hizo a los talleres de Ticomán correspondientes a la Línea 3, relata cómo no ha habido cambio alguno en el Metro.

“Seguimos haciendo milagros, porque por ejemplo si falla la puerta de un tren, en vez de regresarlo hasta los talleres (pasando Indios Verdes), lo mandan a Universidad y le hacen una reparación ‘por encima’ y lo dejan seguir funcionando, así, dos o tres viajes y hasta que regrese a Indios Verdes”, explica.

Tal como EMEEQUIS relató al visitar los talleres y oficinas de mantenimiento mayor y menor pudo observarse el material con el que se trabajan las reparaciones del Metro. 

Desde entonces, más de una decena de voces denunciaron que “se trabaja con basura” puesto que desde las cajas de pilotaje, mangueras, mobiliario y hasta el sistema de frenado están compuestos con partes de trenes viejos.

“No hay cambios, la situación sigue igual. Es triste y cruel ver que no podemos hacer muchas cosas. Es una simulación que la jefa de Gobierno diga que se invierte y tengamos cada vez más trabajo con menos cosas por hacer”, responde.

LA ENCUESTA FANTASMA SOBRE LA GN

El 13 de enero, días después de que ocurriera el choque en la Línea 3 y se reportara una serie de fallas en las Líneas 9, A, entre otras, los gobiernos federal y capitalino anunciaron el inicio del despliegue de la Guardia Nacional en todas las estaciones del Sistema de Transporte Colectivo. 

La Guardia Nacional en el Metro. Foto: Cuartoscuro.com.

El despliegue de 6 mil 060 elementos (37 por estación), pese a haber sido señalado como desproporcionado por organizaciones civiles, tuvo una justificación: la encuesta a usuarios del Metro. 

La única información proporcionada en ese momento por el presidente, y replicada por el vocero de Presidencia, Jesús Ramírez, en sus redes sociales, indicaba que el 79.54% de los encuestados estaba de acuerdo con la presencia de la Guardia Nacional. 

La encuesta que nadie sabe cómo se hizo.

A partir de esto, EMEEQUIS solicitó a la Oficina de Presidencia, el Gobierno de la Ciudad de México y al Sistema de Transporte Colectivo Metro, que indicaran cuál había sido el monto que se le pagó a la firma Buendía por la realización de dicha encuesta, así como la metodología, qué trabajadores del Metro realizaron la encuesta y en qué estaciones se entrevistó a los usuarios.

La respuesta fue negativa. Tanto el Gobierno capitalino como la Oficina de Presidencia (que fue la que presentó la lámina del resultado de la encuesta) se declararon incompetentes.

Mientras que, por parte del Metro, tras recibir una negativa inicial, EMEEQUIS interpuso un recurso de revisión en el que se puede constatar que con la respuesta de la Dirección de Finanzas, la de Medios, la de Recursos Materiales, Servicios Generales y Abastecimiento; la Subdirección de Administración y Finanzas; la Gerencia de Seguridad Institucional y la de Capital Humano, no se halló ningún documento correspondiente a las encuestas.

Según establecieron todas las subdependencias del Sistema de Transporte Colectivo, el Metro no es competente para contratar encuestas, ya que a partir del Artículo 1 del Decreto que lo crea, no puede hacerlo. 

La misteriosa encuesta que no aparece. 

QUIEN LLEGA AL PODER TIENE QUE ALINEARSE CON EL SINDICATO

Víctor, otro de los trabajadores del Metro, reitera que, además de que los trabajadores que no se unen al Sindicato Nacional del Metro que dirige Fernando Espino Arévalo, sufren las consecuencias, su poder alcanza puestos importantes para el funcionamiento del Sistema de Transporte Colectivo.

“Estamos acostumbrados (los trabajadores) que al inicio de cada gobierno, como eran de oposición, se pelearan y se dijeran de cosas, se amenazaban incluso. Pero con el paso del tiempo se han conformado y llegó un momento en que decimos ‘¿y ahora quién ganó?’ que de pronto ya se entrega la llave, y dejan las arcas vacías. Están coludidos en todo”, dice.

Asimismo, Víctor señala que si bien, la falta de piezas y equipo para mantenimiento, otro de los factores para que falle el Metro es la colusión por parte del Sindicato Nacional para “cerrar los ojos” desde el área de Ingeniería para que en algunas ocasiones se tengan averías aparatosas que los usuarios del Metro las señalen en redes sociales.

“¿A cuáles me refiero? A las fallas de las puertas donde los trenes circulan abiertos durante varias estaciones, eso se vuelve viral en el internet y se ejerce presión para lograr ciertos acuerdos. Al humo y la lentitud de los trenes, eso sí es la falta de mantenimiento aunque el Sindicato ahí tenga también que ver pues los jefes de ingenieros -que siempre están con ellos- nos autoricen resurtir piezas, o mejorar los procesos como los de las zapatas”, dijo.

En enero de este año, EMEEQUIS relató cuál es el proceso con el que se da mantenimiento a las zapatas, parte vital del sistema de frenado de un tren y equivalente a las balatas o pastillas de freno. 

Durante la visita a los talleres de Ticomán se pudo observar por fuera el taller de balatas debido a que personal ligado al Sindicato supervisa la fabricación de las zapatas, sin embargo se pudo conocer que el material cada vez es más económico, lo cual favorece que las zapatas generen humo.

“Espino tiene cooptado todo y cualquier trabajador que entra a áreas importantes es de ellos (del Sindicato). Es una situación muy aberrante, quienes no estamos con ellos tenemos menos derechos laborales dignos de los que de por sí tenemos, pareciera que no hay poder político, social, administrativo o humano que pueda frenarlos”, finaliza.

@FridaMendoza_

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